Ruta por Delhi (2/2)

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Templo Sij – Humayum’s Tomb – Hazrat Nizam-Ud – Lotus Temple – Inmersión en Paharganj

El resto de días por Delhi nos los tomamos con más calma e intercalamos turismo con un poco de relax (con relax me refiero a planificar un poquito siguientes pasos del viaje y disfrutar de la ciudad como viajeros, y no como turistas).

Templo sij

Templo sij

El Gurdwara Bangla Sahib es el principal templo sij de la ciudad de Delhi. Deslumbra por sus cúpulas doradas. Es bellísimo. Para entrar hay que descalzarse y a mí me cuesta decidirme pero al final accedo. También puedes subir las escaleras bien por la zona que contiene agua sagrada para mojarte los pies, o bien por la parte seca. Gin se moja, yo no (paso a paso jiji, aún estoy pensando  que voy totalmente descalza y pisando de todo).

La cosa mejora y para entrar debemos cubrirnos la cabeza con uno de los pañuelos que se pueden coger de dos grandes cestos que hay antes de la entrada al templo. Como no tenemos los nuestros propios, también nos tenemos que liar el pañuelo a la cabeza (ay qué buena excusa para comprarme después un pañuelito mono en un bazar hippie). Pero antes damos una vuelta por el recinto, donde el suelo es de mármol, y tras una escalinata muy ancha, hay un lago, aunque ahora está vacío. Cuando está lleno, los fieles que así lo deseen pueden bañarse en él.

Hemos llegado un poco tarde para el ritual en el que fieles y otros visitantes colaboran para preparar comida de forma voluntaria y entregarla después a la gente que acude al templo. Después friegan los utensilios que han usado. Cualquiera puede unirse y todos ayudan en todo. Para darte a probar lo que han preparado pasan de su mano a la tuya una especie de bola marrón mojada que obviamente hay que comerse, además rápido porque se deshace. Sabe bien, es compota de fruta jeje. (Todos se limpian en un paño colectivo que cuelga cerca de la entrada).

Al día siguiente visitamos la Humayun’s Tomb, mausoleo donde descansan los restos de Humayum y otras personas importantes del imperio Mogol. Además también el que fuera el barbero preferido de Humayun tiene su propia parcelita para descansar (curiosísimo). El mausoleo principal, es muy grande y precioso; construido con IMG_20160117_140831_HDRmármol blanco y arenisca roja, con el suelo del exterior de piedra, influenció enormemente a la construcción del Taj Mahal en Agra.

Los otros mausoleos también merecen una visita. En los jardines se respira una atmósfera entre romántica y de paz, aunque no destacan por la variedad de flores ni son pomposos, pero tienen bastantes árboles y están muy bien cuidados. Hay bancos para descansar, incluso puedes pasar el día allí con un tentempié (aunque esto es más común que lo hagan los locales, que pagan 20 rupias, frente a 250 que pagamos los no indios). Comprar la entrada fue divertidísimo, porque nadie respetaba la cola y todos metíamos los billetes a través de las rejas tras las que se encontraban los taquilleros, y rezábamos para que se dieran cuenta de que ya le habías dado el dinero y te dieran los tickets bien.

Tras un par de hIMG_20160117_152304oras, salimos camino a otro barrio árabe para ver la mezquita Hazrat Nizam-Ud, tumba del santo sufí, Nizamuddin Auliya. Para llegar a la mezquita hay que atravesar un laberíntico bazar, donde venden sobre todo inciensos, telas, perfumes y pétalos de rosa. Éstos últimos, junto con el incienso son los preferidos por los fieles camino a la oración, que después depositan en la mezquita a modo ofrenda.

Desde 200 metros antes del lugar oficial donde había que descalzarse, nos empezaron a llamar a gritos diferentes comerciantes, para que les dejáramos ahí los zapatos, a cambio claro de unas rupias. Casi caemos, por el susto que nos metieron, pero conseguimos que no jugaran con nuestro miedo, y tras ver que más personas seguían avanzando bien calzados, decidimos continuar. Al entrar está abarrotada por lo que decidimos salir rápido. Hay que volver por el mismo sitio y lo hacemos sin perdernos.

De ahí nos dirigimos en metro al Lotus Temple, y para nuestra sorpresa no es un templo que acoge a fieles de distintas religiones para orar, sino que es un templo de una religión en sí misma, que a pesar de su corto periodo de existencia, tiene numerosos seguidores por todo el mundo. Se trata de IMG_20160117_165447_HDRla religión Bahá’í.

Leímos un folleto en el que explicaban algunos principios básicos de su filosofía y a mí me gustó (en general es bastante hierbas, para que me entiendan mi familia y amigos “no hierbas” jejej pero por mi parte voy a indagar algo más sobre su historia, etc…Hay voluntarios de distintas nacionalidades organizando las personas para entrar al templo, que por dentro es diáfano, únicamente tiene bancos para los fieles o visitantes),  y transmiten mucha calma y paz (a ratos parece un poco sectáreo pero no ha estado nada mal conocerlo).

Volvemos en hora punta de metro al parecer y hacemos cola durante 40 minutos para comprar los dos billetes que por cierto nos cobran de más después de todo. Bastantes personas de todas las edades intentan colarse por un lado de la cola pero la policía les manda al fondo una y otra vez (¿no se dan cuenta de que es menos eficiente eso que hacer cola sin liarla?).

Pero la táctica de una señora de unos 70 años nos deja alucinados. Claro, la policía mandaba al fondo a todo aquel que no estaba dentro de la fila. ¿Qué hizo entonces? Intentar sacar de la fila a empujones a alguien para ocupar su puesto. Yo decido salirme y pegarme a Gin pero cuando quiero darme cuenta está echando un pulso cuerpo a cuerpo con la señorina para que no le echara a él tampoco!

Ella desiste y nos quedamos entre risas, rabia, pena por la señora……por poco nos toca irnos al final de la cola. ¡Cada minuto es una aventura en esta ciudad! Yo paso el control policial por mi lado de mujeres, donde hay una mujer también para cachearme, y Gin pasa por su lado de hombres por el mismo motivo. En cada entrada de metro hay escáner de mochilas y arco de seguridad. Volvemos hacia casa parando a cenar en un sito de comida rápida india pero no nos sienta demasiado bien el tandoori que picaba muchísimo.

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El resto del tiempo estos días hemos estado haciendo gestiones y disfrutando del barrio. Compramos  billetes de tren en New Delhi Station para próximos destinos por el Rajasthan. La vía de hacerlo por internet se nos agotó cuando registré mi correo mal en la web nacional de trenes. Menos mal que no tardan nada en la propia estación. Estoy arreglando vía mail con los indios mi gran cagada fallo pero me contestan de semana en semana… Como todo aquí, lo mejor es no tener prisa y tomarlo con humor.

Paseos por Main bazar donde ya somos expertos en regatear fruta y agua (o eso creemos porque hemos bajado del primer día al último, pero ¿quién te dice que aún no puedas bajar más? J a veces cansa mucho el regateo y por eso nos plantamos en este punto). Tomar un lassi (especie de yogurt batido) en un dhaba, o un café en una azotea aprovechando a leer sobre la historia del siguiente destino, y finalmente despedirnos de nuestros hoteleros de Delhi.

Les pedimos hacernos una foto todos juntnos (normalmente nos las piden a nosotros, los chicos a Gin y las chicas o niñas a mí), y Gin les cuenta que escribe para un periódico digital y que la pondremos en él así que se ponen muy contentos y nos invitan a un chai masala (té con leche y especias, delicioso!).

IMG_20160117_133742_HDRContrastes. Ellas son color puroY nos despedimos de Delhi…la ciudad Yin-Yan. No podría quedarme con una única sensación, color, olor. Siempre son dos y totalmente opuestos. Si tuviera que quedarme con una sensación general sería orden dentro del caos, sobre las personas: ricas y pobres, honestas y timadoras, alegres y tristes; un color, sería gris por un lado y colores vivos por otro (los sarees de ellas, las telas de los bazares…), un olor delicioso a especies y otro horrible a quemado, un sonido agradable como la música que se escucha por la calle, cánticos de las mezquitas, y por otro lado pitidos constantes de claxon que te van destrozando el oído a su paso. Cada día vivías algo genial y algo no tanto, por eso no sé si me encanta la ciudad o la odio…me quedo con lo agradable 🙂 aunque si vuelvo espero sea dentro de bastante tiempo!

Para saber cómo fue la primera parte de Delhi pincha aquí. Y si quieres saber la visión de GinoKoala entra en sus reflexiones.

Pronto nuevas secciones en el blog para seguir alegrándoos algún ratito (o al menos intentarlo)

 

 

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