Yangoon – Hello Myanmar!

«Hello Myanmar!»

Frase que nos acompañaría durante nuestro viaje por Birmania, entonada por una voz muy sexy automática cada vez que se encendía el móvil que se tuvo que comprar Gin, prácticamente nada más aterrizar en Yangoon. Al subir al taxi que nos llevaría desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad, su móvil se cayó y se rompió la pantalla… La funcionalidad táctil quedó inservible por completo. Entre el sueño acumulado y el tremendo suceso (era la mejor cámara de fotos que llevábamos encima y justo unos días antes habíamos enviado el camarote Fujifilm serie X a España!), nos montamos en el taxi con la sensación agridulce, por un lado de felicidad por estar ya en Myanmar, y por otra algo tristes por no poder hacer buenas fotos… Yo también tengo móvil pero el experto dice que no es lo mismo…Yo no sabía que decirle para animarle 😛 pero finalmente se quedó dormido, y yo,a ratitos…La noche anterior la pasamos en el aeropuerto de Bangkok porque a las 4:00am teníamos que facturar y como ya sabíamos, nunca dormir en un aeropuerto es lo mejor…Aún así nunca aprendemos, lo cojemos con muchas ganas porque piensas que el tiempo va a pasar rápido. Durante la tarde, sentados en el suelo, vimos alrededor de 6 capítulos de «The Walking Dead» (con cascos claro) aislados de todo. Pero la noche, cuando crees que van a atenuar las luces incluso, cuando ya no hay movimiento de viajeros, zas! se ponen a hacer obras dentro del aeropuerto y a subir el volumen de la tele donde emiten anuncios publicitarios de todo tipo. Optamos por el plan B, bajar una planta y dormir en una zona oscura con bancos, a lo cual yo me negué al principio «por ser tan oscura», pero llegados a este punto…los que parecíamos zombies éramos nosotros y había más gente ya planchando la oreja así que era una zona segura 🙂

Volviendo a Yangoon (Rangún)….Es la antigua capital de Myanmar (la modificaron en 2005 y hasta estos días, es Naipyidó). Aunque perdió su título de capital del país, sigue siendo la ciudad más grande, dejando a Naipyidó un papel meramente institucional y burocrático. Las primeras impresiones que tuvimos del país, y que se mantuvieron hasta el final, es que es un país en vías de desarrollo y podría decirse que está a medio camino entre India y Tailandia. El pasado abril se constituyó el nuevo gobierno en Myanmar, con el partido que ganó las elecciones en noviembre de 2015, la Liga Nacional Democrática, dejando atrás el régimen militar que tuvo el poder desde 1962. La política aún es un tema delicado a tratar pero por lo que leímos entre líneas es que hay un sentimiento esperanzador con el nuevo gobierno para poder seguir desarrollándose como país y abrirse al mundo (prueba de ello es la cada vez mayor apertura al turismo extranjero). La ciudad también conserva pinceladas de la época colonial británica, edificios antiguos, algunos de ellos abandonados en los que crecen árboles hacen que parezca que estás viviendo dentro de Jumanji! Conviven diferentes culturas y religiones, la comunidad india, la china, la musulmana, la atmósfera es muy auténtica. Pero también tienen sus propias costumbres.

El atuendo típico es una especie de falda pareo, con estampados de cuadros en tonos más oscuros para ellos y estampados de rayas y de colores más vivos para ellas. El calzado más común son las flipflops (chanclas de dedo de toda la vida) para los que la moda femenina en este sentido es todo un mundo y un negocio claro. Para la parte del tronco, lo más común es que ellos lleven camisa de manga corta y ellas un cuerpo a juego con el pareo, o una camiseta de manga corta (suelen ser ceñidas).

Otra curiosidad el thanakha, utilizado para proteger la piel del sol y también como maquillaje, que se obtiene del árbol que lleva el mismo nombre. Lo mezclan con agua y listo para empolvar. (Foto de tocador tradicional birmano). Para más curiosidades sobre Myanmar puedes entrar en el siguiente link http://vivemyanmar.com/10-curiosidades-sobre-myanmar/

Por otro lado…llegamos en fechas especiales casi sin saberlo! Un poco avisados íbamos, y por varias fuentes: mi amiga viajera Elena, la guía de viaje, etc…sí, la famosa fiesta del agua que se celebra demás de en Myanmar, en Tailandia y Laos (creo que no me dejo ningún país más), aquí es año nuevo y se paraliza el país. Es muy difícil comprar billetes de autobús y/o tren durante las fechas, porque directamente no operan los transportes, así que la única opción que te queda para moverte de una ciudad a otra es un taxi o algún vuelo lo que incrementa mucho el precio, o si no tienes prisa como es nuestro caso, quedarte más de lo previsto allá donde estés. Esto nos pasó en dos ocasiones, en Yanggon la primera de ellas, retrasando nuestro autobús a Kalaw un día (tuvimos suerte de que solo fuera un día porque era la pre-fiesta). En 3 días empezaba la celebración, y ya estaban preparando escenarios por toda la ciudad con su correspondiente fila de mangueras y en todos los puestos podías comprar pistolas de agua, cada cual más psicodélica.

Como su nombre indica, es la fiesta del agua y durante los días que dura, todo el mundo empapa a todo aquel que se cruce en su camino :’) bien con mangueras, pistolas de agua, cubos, ¡todo vale! El agua a veces es medio limpia, y a veces marrón… Pero no puedes hacer nada, solo pasarte a su bando. Si te pones un chubasquero estás perdido, es como pedir a gritos que te mojen más, a veces si dices que no te mojen más, lo respetan, otras es peor aún! Estos días todo el mundo, bueno más bien todos los turistas, salíamos con una bolsa para enfundar todas nuestras pertenencias valiosas (pasaporte, móvil y cartera) para que no acabaran destruidos. Pero es cierto que hasta Inle Lake (en siguiente post) no nos pilló de lleno.

Nuestro hostel situado en la calle 49 (aquí los nombres de las calles funcionan como en Nueva York) en una zona muy chula, a 10 minutos de la Sule Pagoda, y cerca de los barrios indio y chino. 2 días está bien para recorrer la ciudad y probar alguna de sus «tea-house».  Visitamos el monumento a la independencia situado en un agradable parque junto a la Sule Pagoda, el parque Kandawgyi, y la Shewdagon Pagoda que vimos desde el People’s Park al atardecer.

Con el calor, hay que aprovechar para patear desde las 7 de la mañana hasta las 12 aprox, para pasar las horas de mayor calor en el hostel con aire acondicionado. Por cierto, todos los alojamientos incluyen el desayuno, y son contundentes, no falta la fruta fresca, el café, las tostadas y los huevos al estilo que prefieras. Un detalle que deberían incluir todos los hostales y hoteles del mundo! Ahorras dinero, o aunque te lo incluyan en el precio de la habitación, ganas tiempo y ya sales con todos los deberes hechos de casa antes de ponerte a hacer turismo 🙂

Conseguimos reservar billete de autobús para el día 10 por la noche. En tren fue imposible: la locura de la estación (ver foto aunque no se aprecia totalmente),  la barrera del idioma, y la inminente fiesta nacional del agua hizo que todos los empleados se empeñaran en que viajásemos o un día antes o 5 después jajajaj

El autobús a Kalaw era VIP (todos los aceptables y en los que preferimos viajar tanto turistas como locales se llaman así, no quieras coger de otro tipo y menos uno nocturno).  Suele haber azafatas, te dan un tentempié y hay tele donde proyectan desde imágenes de monasterios con voz en off de oraciones budistas, hasta pelis de terror birmanas, pasando por shows cómicos o tipo «videos de primera» (les encantan los shows en los que hay algún personaje ridiculizado: patoso o que hace tonterías y se ríen a carcajadas ya estén en el autobús, en un bar, etc…son muy divertidos!). Hasta aquí todo genial si no fuera porque lo ponen a un volumen altísiiiiiiiiiiiiiiiiiiimo.

Llegamos a Kalaw a las 5:30 de la mañana……te lo contamos en el siguiente post! Con trekking incluido 🙂